jueves, 11 de marzo de 2021

 


¿Por qué debo usar una mascarilla facial?

La rutina cansa a cualquiera, y también hace estragos en nuestra piel. Por eso, como ya sabemos, una buena limpieza facial diaria es esencial si queremos tener un rostro perfecto.

Pero hay veces que eso no es suficiente. Si quieres tener un momento de relax y cuidar tu piel al mismo tiempo, es la hora de usar una mascarilla facial. Purificar, hidratar, iluminar… existen numerosos tipos de mascarillas, pensadas para cada tipo de piel y sus necesidades.



¿Por qué son tan recomendables? Aquí tienes tres motivos para usarlas:

Sus funciones son infinitas. Es imposible que no encuentres una mascarilla facial para tus necesidades. Las hay para piel grasa, normal, seca, irritada… Y si hablamos de funciones tampoco se quedan cortas, podemos usarlas para hidratar, exfoliar, nutrir, iluminar, matificar…
Su gran efectividad. Otro de los motivos es simple pero importante: funcionan.  Aunque las mascarillas faciales actúan mayoritariamente sobre las capas superficiales de la piel del rostro, también son capaces de penetrar hasta las capas más profundas, proporcionando una efectividad y cuidados considerables.
Nos encanta usarlas. El ritual de aprovechar un momento de descanso para relajarnos, aplicarnos nuestra mascarilla facial y disfrutar de un buen libro o película resulta muy reconfortante, especialmente después de un día cansado.
Además, como ya he comentado, las hay específicas para cada tipo de piel:

Pieles con manchas: deberás usar una mascarilla que contenga activos para unificar el tono de la piel.
Pieles con rojeces: Mascarilla calmante e hidratante.
Piel acnéica: mascarilla purificante y calmante.
Pieles secas: mascarilla hidratante.
Pieles fotoenvejecidas: mascarilla con antioxidantes que iluminen e hidraten la piel.
Piel mixta: técnica multimasking (purificante, calmante e hidratante)
Otra característica principal de las mascarillas faciales es que las podemos encontrar en numerosos formatos. Vamos a conocerlos más a fondo:

Mascarilla peel-off. son las que más se han popularizado en los últimos años, a raíz de la famosa mascarilla negra. Este tipo es ideal para eliminar puntos negros e impurezas. Se trata de mascarillas en gel que, una vez aplicadas, comienzan a solidificarse hasta crear una película muy fácil de retirar.
Mascarilla de barro. Normalmente de arcilla, son ideales para absorber impurezas, ya que poseen un gran poder exfoliante. Al mismo tiempo, ayudan a limpiar el rostro y estimular el riego sanguíneo.
Mascarillas velo.  Directas desde Corea. Consisten en mascaras de celulosa, de fácil aplicación, que pueden ir impregnadas en cualquier tipo de producto, siendo esta versatilidad una de las claves de su éxito. 
Mascarillas de crema. Son las más comunes y fáciles de encontrar. Suelen destacar por la gran cantidad de nutrientes con los que han sido formuladas y por su gran poder hidratante.
Mascarillas en polvo. Se mezclan con agua, creando una masa que se aplica sobre el rostro, dejándola actuar unos 15-20 min sobre la piel.
Como ves, hay una larga lista de opciones para elegir. Dependerá de tu tipo de piel y el formato que mejor se adapte y que te guste más. Ahora vamos a explicar cómo aplicarla.

 

Cómo aplicar la mascarilla facial
La mascarilla se ha convertido en un buen aliado a la hora de hidratar y mejorar nuestro rostro. Podemos usarla para numerosas situaciones, y cuando buscamos diferentes resultados, pero todo esto no servirá de nada si no la aplicamos correctamente.

Antes de comenzar a aplicar la mascarilla facial, es recomendable tener las manos limpias y tonificadas. Una opción es exfoliar la piel para que esté más receptiva a los activos, aunque este paso no debe hacerse en pieles con acné.

A la hora de aplicar la mascarilla, hay que hacerlo de forma homogénea por todo el rostro, sobre la piel seca. El tiempo de actuación dependerá de cada mascarilla. Para conseguir un resultado perfecto, no olvides hacerla en un momento de relax y tranquilidad.

Una vez que ha hecho su efecto, es el momento de aclararla bien con agua templada (en el caso de que necesite aclarado) y secar el rostro suavemente. Tras esto, usa tus productos faciales habituales.

¿Cada cuanto tiempo es adecuado usar mascarillas? Lo recomendable es una vez a la semana, aproximadamente. Dependerá del tipo de mascarilla que quieras usar y los resultados que busques. Una buena opción es ir alternando diferentes tipos, para ir probando como actúan los diferentes activos sobre la piel.

AQUI TE DEJO UNA IMAGEN DE LO QUE PUEDEN SOLUCIONAR.


Y AQUI OTRA IMAGEN DE LOS TIPOS DE MASCARILLAS QUE HAY.

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